Padre Miguel
Woodward Yriberry.
El día 15 de septiembre una patrulla de marinos,
ingresó en la casa del cerro Los Placeres en que vivía el padre Miguel. Lo
sacaron ensangrentado y nunca más se le vio.
Las torturas a las que fue sometido lo dejaron en estado
agónico. No habló, pero tampoco resistió la tortura.Un médico de la Armada intentó darle atención de urgencia en el molo de abrigo, recinto custodiado por la Armada en que se hallaban atracados el Buque Escuela "Esmeralda" y el carguero "Lebu" Mandaron a buscar atención al acorazado Latorre. El médico que
lo atendió no le dio más de una hora de vida y lo traslado al hospital naval.
Esa misma mañana del 22 de septiembre, avisaron al capellán que había llegado
el cadáver de un sacerdote a la morgue.
Enseguida reconoció el
cuerpo del padre Miguel, le dio la unción porque aparentemente había muerto
hacia muy poco.
La marina no quiso entregar
su cuerpo, aunque un poblador lo pidió y también su iglesia, dijeron que ellos
se encargarían de darle sepultura, pero se comprobó posteriormente que lo
habían arrojado a una fosa común. Así reposa el cuerpo del padre Miguel
abrazado de otros cuerpos de pobladores, amigos, niños, víctimas como él, de la
dictatorial mano de la muerte.
Ni perdón ni olvido!
Paula Del Río.
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